Ya hace cinco días que no llueve en la ciudad de Buenos Aires, pero en nuestra querida y ahora inutilizada biblioteca ¡sigue lloviendo!
De las goteras sigue cayendo agua, más y más, los libros siguen aguardando su turno de salir de debajo de esas bolsas oscuras de nylon con que intentamos protegerlos del agua y parece ser que lo único que podemos hacer es... ¡esperar que el agua drene!
Y los chicos me preguntan: ¿Cuándo vamos a volver a usar la biblioteca?
¡Y yo no sé qué responderle!
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